NUEVO EDIFICIO

UN SUEÑO QUE HOY SERIA IMPOSIBLE


Era una gran ilusión, en medio de las vicisitudes que sorteaban los habitantes del inmueble prestado, sin cocina, con un solo baño, sin auditorio, sin espacio en la biblioteca, en fin, una idea que reinaba con toda la autoridad del monarca.

Fue así que, contando con el lote, ubicado en un lugar privilegiado, a media cuadra del edificio tribuna civil y comercial, y una situación financiera óptima en su proyección futura, se tomó la decisión de iniciar la obra.

En esa inteligencia y ambición, no había mejor inversión que la posibilidad de desarrollar en un lugar adecuado todas las actividades que la colegiación organizada brinda a sus matriculados.

La otra cara de la misma moneda, la Caja, brindaba la posibilidad de concluir la obra, que era iniciada con los ahorros y esfuerzos de la comunidad abogadil.

Así se inició y se finalizó la ansiada meta, un sueño, que como reza el título, hoy sería imposible.

La oportunidad aprovechada, en un momento determinado de la política económica argentina, no permitía dejarla pasar, y a la luz de los acontecimientos actuales, queda demostrado, con el transcurso inexorable del tiempo, que en las condiciones actuales no podría emprenderse hoy.

Mucho costó sin embargo, su puesta en funcionamiento, su actual mantenimiento, y por que no decirlo, el cumplimiento de las obligaciones que ello implica. No obstante lo referido, el camino que queda por transitar, seguramente brindará las posibilidades de completar su total financiamiento y disfrutar plenamente, desde su inauguración el logro conquistado.

En medio de la crisis, la desazón y el desánimo generalizado, la construcción de la casa propia, es una batalla ganada por todos los abogados de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela que demuestra que el esfuerzo común, la honestidad y el empuje pueden lograr objetivos claros y útiles para comunidad.